Se busca o del paso inexorable del tiempo...
¿Sistema de alarma?, para nada, es mas bien ese gusto macabro por las dolencias, es ese masoquismo innato del que sufrimos la mayoría de las personas, es del que, para que mentir, yo definitivamente no soy la excepción.
En escasas 3 semanas he pasado desde el clásico “¿qué estoy haciendo con mi vida?”, hasta el muy popular “esto no es normal” pasando por un “¡que vieja que estoy!”… todas meditadas una y mil veces solo para ocasionar miles de preguntas y llegar a una única conclusión.
Mi reloj biológico no sirve.
…como si alguna vez lo hubiera hecho muy bien.
Y, aquí es donde uso el tan difundido “esto no es normal”, el problema es que no se a que llamar anormalidad, si a la falta de sueño o a la abundancia del mismo y créanme, sufro de los dos.
Porque yo tengo que ser la única a la que el sueño parece nunca llamar sin importar que tanto trate de cazarlo, pero que cuando por fin lo logra, no la suelta ni la desampara, como si quisiera vengar el tiempo que estuvieron separados.
Así es como he pasado noches vela, tratando de huirle al insomnio y días de somnolencia, tratando de huirle al sueño sin ningún control en específico… porque 15 horas por casi una semana parece que no bastan, pero, al mismo tiempo parece ser demasiado descanso para mi pobre cuerpo acostumbrado a los malos tratos de la vida universitaria.
¡Achaques de la edad!, por favor no nos olvidemos del “¡estoy vieja!” seguido de la cara de profunda tristeza… porque cuando usas la palabra achaques (mas aun si te refieres a ti mismo) ya no hay esperanzas.
Ahora, lo ridículamente optimista de esta situación es que mis únicas dos neuronas, al parecer, hicieron sinapsis y llegaron a una mágica solución, necesito un relojero, ¡pero ya!.
Porque es tan sencillo (o tan barato) arreglar algo que nunca funciono bien (mas aun viviendo donde vivimos… depresión que llama a mi puerta), para completar, que me acabo de enterar que la garantía expiraba al termino de los primeros 18 años de vida… ¡diablos!, ¿qué el anuncio no pudo venir con un par de días de antelación?
Como si ahora el optimismo sirviera de algo… por favor, insertemos el “¿qué estoy haciendo con mi vida?”, 18 años desperdiciados sin buscar soluciones, bienvenido ultimo año de mi segunda década…